domingo, 15 de junio de 2014

PADRES IRRESPONSABLES



LA PATERNIDAD SE AFRONTA CON HOMBRÍA
(Editorial del Diario La Industria de Trujillo).-Cualquier varón con capacidad biológica para engendrar puede convertirse en padre. Sin embargo, es muy difícil tener la hombría suficiente para asumir dicho rol con responsabilidad, valentía y asertividad. Para ser progenitor solo basta que un hombre se acueste con una mujer y procreen hijos. Pero para ser un buen padre se necesita de mucho más. Un verdadero papá es aquel que se preocupa por jugar con sus hijos, darles amor, cariño, confianza y, sobre todo, aquel que se preocupa por compartir momentos de calidad con ellos.
 Un verdadero padre no es aquel que se vuelve tan esclavo del trabajo y que solo llega a su casa para dormir, comer, ver televisión y regresar a su rutina diaria al día siguiente, so pretexto de estar muy cansado. Un padre de verdad es aquel hombre que se convierte en digno ejemplo a seguir para sus hijos; un ser digno de admiración que sirve de motivación para que sus herederos aún pequeños, cuando grandes, anhelen ser como él. Es fácil traer hijos al mundo, pero es difícil enseñarles valores, darles educación, hacer que aprendan buenos modales y ser capaz de sacrificar todo por ellos.
DESAPARECEN  COMO COBARDES
 En el Perú hay miles de casos de hombres ansiosos por acostarse con una mujer, pero que cuando se enteran de que ellas están esperando un hijo suyo, desaparecen como cobardes sin dejar ningún rastro. Es más, ni siquiera los reconocen ante la ley y otorgan miserables pensiones de manutención a sus parejas o exparejas. En nuestra opinión, no es un buen padre aquel que solo piensa en él sin importarle si sus hijos sufren, lloran, ríen, juegan, estudian o no estudian. Ese no es más que un ser egoísta que por pura casualidad trajo a una criatura al mundo.
En nuestra experiencia periodística, somos testigos directos de muchos hombres que hasta dejan de comer un pan por dárselo de comer a sus hijos; no obstante, también sabemos de bestias descomunales que ultrajan sexualmente a sus vástagos y, además, los amenazan con matarlos si los denuncian. Ser papá no constituye una exigencia obligatoria que se debe realizar para cumplir con la sociedad. Ser papá es mucho más: se deben traer hijos al mundo, no para hacerlos sufrir por culpa de malas decisiones o irresponsabilidad económica, sino, para llenarlos de felicidad y darles mucho amor.
 Por último, aquellos padres que prefieren gastar su dinero en vicios, quitando el pan de la boca de sus hijos, no deben olvidar que algún día esos niños maltratados crecerán y podrían pagarles con la misma moneda. Porque uno siempre cosecha lo que siembra.

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