Murió un 15 de febrero asesinado por la dictadura
MANUEL AREVALO
Por: Luis Alva Castro
En 1937, Víctor Raúl haya de la Torre, desde su mítica jefatura partidaria
clandestina, conocida como el Incahuasi, liderada la resistencia cívica contra
la dictadura del mariscal Oscar R. Benavides.
Uno de los más importantes líderes del Partido Aprista , responsable de la
resistencia en el norte peruano, era el obrero Manuel Jesús Arévalo Cáceres
(nacido en Santiago de Cao el 15 de octubre de 1,903), líder sindical
autodidactica, discípulo del gran filósofo Antenor Orrego y uno de los
constituyentes apristas de 1,931, deportado en febrero de 1932, que había
ingresado clandestinamente al país en 1933.
Edita La Tribuna
El APRA editaba la Tribuna en forma clandestina y emitía boletines regionales
demando el fin de la dictadura. Manuel Arévalo había fundado el periódico
aprista Chan Chan en Trujillo y lo siguió editando en forma clandestina, al
mismo tiempo que mantenía unido al partido en el “solido norte”. Arévalo era un
talentoso organizador y un hábil propagandista. A él debemos las cuatro
palabras claves de la fortaleza partidaria del aprismo: Fe, Unión, Disciplina y
Acción”.
La situación era particularmente tensa. El mariscal Benavides había prorrogado
ilícitamente su mandato (que concluía en 1936 por ser presidente interino del
gobierno iniciado por Luis M. Sánchez Cerro) y se aferraba al poder con toda su
fuerza represiva posible.
El 3 de noviembre de 1,936 habían sido anuladas las elecciones realizadas un
mes atrás, arguyendo que la amplia victoria obtenida por el candidato Luis
Antonio Eguiguren se debía al apoyo del Partido Aprista, entonces ilegalizado.
Poco después el 15 de diciembre de 1,936, el gobierno militar había impuesto el
recortado y maniatado Congreso de entonces la prórroga del poder dictatorial
por tres años más.
Manifiesto de Arévalo
El aprismo como fuerza organizada a nivel nacional, concentraba sobre sí, la
desesperación del dictador. Y la inquieta actividad del secretario general del
Comité Regional del Norte, Manuel Arévalo, obraba como un cauterio sobre la
conciencia de los liberteños. Bajo su dirección se había publicado un
manifiesto que decía: “Vencer a la tiranía a la injusticia y a la ignorancia no
ha sido nunca faena de débiles. Tenemos que persistir y agigantar cada día más
nuestra fe y disciplina para que la victoria total, cada vez mas próxima, se
cumpla. Y la victoria solo merecerá y alcanzará un Partido fuerte, unido,
optimista y capaz de todos los sacrificios. ¡Y este es nuestro gran Partido!”.
Firmaban este comunicado d enero de 1937, Manuel Arévalo, secretario general
del Comité Regional del Norte y Luis Heysen, delegado del Comité ejecutivo
Nacional en Lambayeque.
Lo que el aprismo demandaba era sencillamente que el dictador cumpla su promesa
de convocar a elecciones dentro de los plazos constitucionales. Que todos los
peruanos, apristas y no apristas, decidieran libremente quien debía gobernar.
Esta celosa defensa de la soberanía del pueblo era el principal motivo del
encono de las fuerzas represivas del gobierno.
Lo apresan
El 13 de febrero de 1937 los agentes gubernamentales capturaron a Manuel
Arévalo durante una reunión partidaria clandestina en Trujillo. No pudo darse
con su paradero hasta una semana después. Entonces se supo que Manuel Arévalo
había muerto asesinado en un lugar llamado Colorado Chico en la panamericana
norte, entre Huarmey y Pativilca. Este gravísimo suceso ocurrió el 15 de
febrero, estando Arévalo en manos de la Policía política de la dictadura. Pese
a las restricciones informativas de la época , trascendieron rápidamente los
detalles de los violentos interrogatorios y las torturas sufridas por el
dirigente aprista, que en ningún momento confeso confesó información alguna y
nunca se doblego ante sus captores.
Simbolo del heroismo Aprista
Manuel Arévalo es y sigue siendo el símbolo máximo del heroísmo cívico aprista.
Hombre como Arévalo han ayudado a forjar la democracia que hoy disfrutamos
todos y su generosidad y heroísmo constituyen un ejemplo imperecedero para los
generaciones jóvenes.
Que Dijo Víctor Raúl
Dijo de el, Haya de la Torre al saber de su trágico deceso: “El asesinato de
nuestro gran compañero y gran líder Manuel Arévalo, es una acusadora mancha de
sangre que marca la frente de los hombres de la tiranía. Del obrero que siempre
brego por el pueblo, del luchador extraordinariamente capaz, del autodidacta
admirable, del organizador y del conductor, han hecho un gran mártir sus
verdugos. Arévalo nos deja el ejemplo magnifico de una vida superada que
comienza en el peón-niño y culmina en el representante parlamentario y jefe del
aprismo norteño. Es el autentico hijo del pueblo al que el aprismo despierta y
eleva. . Es el trabajador manual entregado heroicamente a la causa de la
justicia social. Su inmolación hace de él un símbolo. Su sacrificio nos impone
a todos el deber de honrarlo, superándonos en el esfuerzo hasta la segura
victoria”.