Por: Oscar Vásquez Acarley
50 AÑOS DEL DISTRITO
Cincuenta años de creación política marca, medio siglo de mucho esfuerzo, sudor y
lágrimas para nuestros primeros pobladores que pasado el año 1,950 comenzaron a
emigrar del norte y Cajamarca a un inmenso arenal que denominaron La Esperanza.
Pero su creación política data desde el año 1,965,
que tuvo como su primer alcalde a Mauro Robles Oliver, quien con solo voluntad
y deseo de querer forjar un distrito con muchas fortalezas, asumió esta responsabilidad
sin ningún recurso.
El distrito La Esperanza fue favorecido porque está ubicado a los costados de la panamericana
norte.
Tenemos la obligación de apoyar a nuestras
autoridades cualquiera sea su color político, sin importar que sean del
gobierno central, regional o local, al fin seremos nosotros los favorecidos.
El aspecto fiscalizador no debemos descuidar, porque al
dinero sale de nuestros bolsillos,
por los impuestos directos e indirectos que cobra el estado y los municipios.
Dinero que no solo sirve para realizar muchas obras,
sino también vale para pagar los sueldos
del Presidente de la República, Ministros, Congresistas, Presidentes Regionales
y alcaldes que son sumas muy onerosas
que está muy lejos de los 750 soles que ganan los trabajadores en general, y
las magras pensiones que reciben los jubilados.
Al grano, ¿Qué
hacer? muy simple ¿cómo tener buenos deportistas? sino tenemos buenos
entrenadores y técnicos, ¿cómo tener excelentes estudiantes? sino tenemos
profesores preparados. ¿Cómo tener eficientes empleados municipales? sino son
capacitados y entrenados.
Aquí radica lo que tenemos que hacer a partir de
este nuevo periodo edil, invertir en capacitar técnicos, entrenadores, árbitros en todas las disciplinas deportivas.
Capacitación a los docentes de todos los niveles, no solo en labores académicas
sino en formación y desarrollo humano.
Asimismo, pactar alianzas con el Colegio de
Psicólogos, para implementar brigadas de estos jóvenes profesionales y diseñen
una plataforma de las carencias que tienen las familias y entorno, para monitorear a los docentes y educandos en
su formación, y cumplir con la labor de
prevención para una efectiva seguridad ciudadana.
No podemos perder más tiempo, e implementemos
equipos multidisciplinarios de
profesionales para iniciar la gran transformación, pero en el mismo escenario
donde se germina la buena o mala educación de un pueblo o un país. El alcalde
ya dio el primer paso al anunciar la organización de las juntas territoriales
de vecinos, para que apoyen el progreso y desarrollo de sus propios sectores.
Ataquemos las verdaderas causas de la pobreza y sus
consecuencias (delincuencia, criminalidad, madres solteras adolescentes, niños sicarios etc) o sigamos
con remedios caseros que lo único que se consigue es clientelaje político, solo para encumbrar líderes de
barro, que luego pasaran al olvido, sino cumplen con el mandato del pueblo y su
conciencia.