Reflexión de fin de Año
SE FELIZ CON LO QUE
TIENES
NO CON LO QUE TE HACE
FALTA
El gran secreto para encontrar la felicidad es saber ser feliz con lo
que tienes, no con lo que te hace falta.
Dios es tan generoso contigo, que tú puedes ver, caminar, escuchar,
tienes todas tus extremidades completas. No eres rico, pero tienes todo lo
necesario para vivir con mucha paz y felicidad para ti y los tuyos.
No permitas que aquello que no puedes hacer, te impida hacer lo que si
puedes hacer. No busques lejos, lo que tienes cerca. Un niño que te extiende su
mano, una mujer que necesita tu tiempo y comprensión, necesita de ti.
No dejes que nadie te quite tus sueños. Pero inicia ese camino. Quieres
comprar una casa, quisieras un bonito automóvil. Comienza desde hoy a construir
ese sueño, ahorrando siempre el 10 por ciento de los que recibas. Si recibes 10
soles, ahorra uno. Si recibes 100 ahorra 10 soles.
Cuando tengas una cantidad apreciable, inviértelo en un negocio, que tú
conozcas, y hayas experimentado o creas que puedas hacerlo. Arriésgate, apuesta
por tu sueño. Dice un dicho popular “quien no arriesga no pasa el río”.
La vida es una constante lucha y esfuerzo desde que nacemos. Si alguien
te falla, es el problema de esa persona, no la tuya. No tengas rencor, ni
desaliento por ello. Eso te hará retroceder en tu camino, pero tú necesitas
seguir adelante y no llorar sobre “leche derramada”.
El dinero no es malo
y querer conseguirlo tampoco, inclusive el dinero es muy importante en una
sociedad como en la que nos encontramos
actualmente, en la que el dinero es igual a calidad de vida, pero lo que es
malo es obsesionarse con el dinero hasta tal punto de sentir que no se necesita
más para vivir.
Reflexiones
A continuación te presento algunas de reflexiones tomadas de una presentación
que me enviaron a mi correo:
El dinero puede comprar una casa, pero no un hogar. El dinero puede
comprar un reloj, pero no el tiempo. El dinero puede comprar una cama, pero no
el sueño. El dinero puede comprar un libro pero no el conocimiento. El dinero
puede comprar un médico pero la salud. El dinero puede comprar una posición,
pero no el respeto. El dinero puede comprar sangre, pero no la vida. El dinero
puede comprar una cruz, pero no la fe. El dinero puede comprar sexo, pero no el
amor.
El objetivo de presentarte estas
reflexiones es que te des cuenta de que el dinero no te hará feliz, es más,
nada te hará feliz solo tú eres el responsable de tu felicidad y si tu
felicidad depende de terceras personas o de algunos objetos entonces nunca serás
feliz realmente, así de que abre los ojos y despliega una gran sonrisa ahora es
el momento en que debes ser feliz.
Dedícate de lleno a terminar la
tarea que tienes en tus manos, sabiendo que el correcto desenvolvimiento actual
es la mejor preparación para tus años venideros.