ÁLVAREZ PAGABA A PERIODISTAS PARA QUE
NO LO TOQUEN Y ENCIMA LO DEFIENDAN
A raíz de estas fuertes denuncias realizadas en la región de Ancash,
cabría preguntarse que estas prácticas de corrupción en el periodismo solo ocurren
en este lugar o también en Trujillo y otras ciudades del Perú. ¿Qué piensan
ustedes?
Jueves,
22 de mayo de 2014
Un colaborador eficaz y cuatro testigos
protegidos del Ministerio Público coincidieron en manifestar que tres conocidos
profesionales del periodismo que tenían programas de televisión en Chimbote
recibían una mensualidad para destacar las obras del presidente regional de
Áncash y “limpiarlo” de las acusaciones de corrupción.
María
Elena Hidalgo.(Diario La República)
A los propios chimbotanos sorprendió que tres
conocidos periodistas locales, Nelson Vásquez Baca, Johnny Espinoza Linares y
Rosa Olivares de la Cruz, aparecieran en la lista de acusados en el caso del
crimen del ex consejero regional de Áncash, Ezequiel
Nolasco Campos. “Eran los intocables de Chimbote. Parecía que nunca les iba
a suceder nada. ¿Por qué? Porque eran parte del entorno más íntimo del
presidente regional, César Álvarez Aguilar, y del alcalde chimbotano Luis Arroyo
Rojas”, explicó un veterano periodista local que pidió no ser identificado.
“Pero no sabíamos que estaban tan implicados y que tuvieran relación con el
crimen”, añadió el periodista.
La fiscalía especializada en Crimen Organizado
solicitó la prisión de Nelson Vásquez, Johnny Espinoza y Rosa Olivares
por el presunto delito de asociación ilícita, por la pertenencia de estos al
grupo de personas que encabezaba César Álvarez. Sin embargo, el juez Marco
Aurelio Tejada solo aceptó disponer la captura de Vásquez y Espinoza, mientras
que accedió al procesamiento de Olivares en libertad.
De acuerdo con fuentes judiciales del caso, a los
tres imputados se les atribuye haber recibido fondos públicos de manos del
presidente regional César Álvarez y del alcalde chimbotano Luis Arroyo para que
aprovecharan de sus actividades profesionales y desvincularlos del caso del
homicidio de Ezequiel Nolasco, informasen positivamente de sus actividades
oficiales y desacreditaran a los opositores y a los periodistas críticos e
independientes.
Un colaborador eficaz y cuatro testigos
acreditados por el Ministerio Público fueron los que incriminaron a los tres
periodistas de Chimbote de haber utilizado sus espacios periodísticos para
desvincular a César Álvarez del asesinato de Nolasco. Álvarez, según los
acusadores, los compensaba con publicidad estatal y otros tipos de pago.
LAS ACUSACIONES
“Luis Arroyo Rojas, con la finalidad de recibir
el apoyo y tener el control de los medios de comunicación radiales y
televisivos, pagaba a Nelson Vásquez, Juan Espinoza y Rosa Olivares con una
suma mensual que entregaba Roy Castillo Cruz, hombre de confianza y miembro de
seguridad del alcalde de Chimbote”, dijo uno de los testigos.
De acuerdo con la manifestación del colaborador
eficaz, de los tres periodistas Rosa Olivares era la que obtenía un mejor pago
debido a su estrecha cercanía con César Alvarez. A ella se le
abonaba 3 mil soles mensuales, a diferencia de Nelson Vásquez.
“Roy Castillo entregó a Rosa Olivares 3 mil soles
en su casa de Nuevo Chimbote, era bien allegada a César Álvarez y su defensora
acérrima, luego formó empresas constructoras y se le otorgaron varias obras.
Cuenta con propiedades y vehículos que ha puesto a nombre de su hija. Su
crecimiento económico fue vertiginoso y de un momento a otro, por el solo hecho
de estar apoyando y defendiendo por los medios periodísticos al presidente
regional César Álvarez. Ella podría ser testaferro”, explicó el colaborador
eficaz.
Los cuatro testigos coincidieron en afirmar que
los periodistas apoyaban a la organización criminal liderada por César Álvarez
y que mensualmente se dirigían al centro de espionaje conocido como “La
Centralita” para cobrar por el apoyo ofrecido a Álvarez.
“Cada mes se dirigían a la oficina denominada La
Centralita, ubicada en la urbanización La Caleta, en Chimbote, con el
fin de cobrar por sus servicios a Álvarez, dinero que salía de los ‘diezmos’
(sobornos) que se obtenían de las licitaciones de obras públicas del gobierno
regional”, indicó uno de los testigos.
El 7 de mayo de este año, pocos días antes de la
detención de Nelson Vásquez y Johnny Espinoza, y del enjuiciamiento de Rosa
Olivares, los tres periodistas coincidieron en la audiencia convocada por el
juez Richard Concepción Carhuancho para resolver si disponía ampliar la
investigación a los acusados de pertenecer al centro de espionaje conocido como
“La Centralita”, cuyo montaje y financiamiento es atribuido a César Álvarez.
Como informó La República en dicha ocasión, el
magistrado Richard Concepción ordenó proseguir con la indagación judicial
contra los periodistas Vásquez, Espinoza y Olivares, a quienes la fiscalía y la
procuraduría anticorrupción del Santa señalan como “operadores” de “La Centralita”.
Pero el juez Marco Aurelio Tejada les
abrió juicio por otro grave caso: la pertenencia a la organización criminal de
César Álvarez y Luis Arroyo. Los tres periodistas laboraban con programas
propios en el Canal NCN 25. La Fiscalía especializada en Crimen Organizado ha
recogido la versión de testigos que el equipamiento del medio televisivo lo
financió César Álvarez. Lo cierto es que hasta hace poco Nelson Vásquez, desde
su programa “El poder de
la información”, y Johnny Espinoza, desde “La voz
del pueblo” y “El caballito justiciero”, publicitaban las actividades de César
Álvarez y su brazo derecho Luis Arroyo, y fustigaban a los opositores. En uno
de sus programas, Nelson Vásquez dijo: “Nosotros sí defendemos al Gobierno
Regional de Áncash y lo vamos a seguir defendiendo”.
NO ES EL ÚNICO CASO
Cuando se reveló el caso del centro de espionaje
político llamado “La Centralita”, ubicado en una residencia donde también vivía
el asesor personal de César Álvarez, Jorge Burgos Guanilo, el periodista
Vásquez argumentó que no era un delito. “En todo el Perú existen ‘centralitas’.
Esa práctica es de lo más normal. Todos los políticos tienen a sus periodistas
a quienes pagan por publicar información según su conveniencia. Eso no tiene
nada de malo, señores. No se sorprendan.
Refiriéndose a las publicaciones sobre presuntos
actos de corrupción de Álvarez, en particular los descubiertos por la
Contraloría General de la República, Nelson Vásquez habló de una supuesta
conspiración de la prensa contra César Álvarez.
“Está demostrado que hay más de 20 periodistas,
unos que muestran la cabeza y otros que la esconden, que traman todo este caos.
Toda esta red de medios de comunicación está haciendo política y ha pintado, y
lo vienen pintando, como el más corrupto al presidente Álvarez”, dijo. E
insinuó que se trataba de una campaña financiada.
En el caso de Johnny Espinoza,
el 10 de octubre del 2012, fue sentenciado a tres años por difamar al alcalde
de Nuevo Chimbote, Juan Gasco Barreto. Espinoza empezó a atacar a Gasco desde
que se apartó del movimiento Cuenta Conmigo, de César Álvarez y Luis Arroyo,
porque sospechaba de conductas ilegales.
En una de las audiencias se proyectaron los
videos que registran los ataques de Espinoza al burgomaestre, a quien trató de
“delincuente”, desgraciado”, “mafioso” e “idiota”, entre otras expresiones que
retratan el tipo de periodismo que ejerce el conductor de “El caballito
justiciero”, quien solía presentarse en la inauguración de obras junto con
César Álvarez y Luis Arroyo.
Johnny Espinoza se presentó al juzgado a escuchar
la sentencia en compañía de un grupo de miembros del sindicato de Construcción
Civil de Chimbote al mando de Víctor López Padilla, hoy preso bajo la acusación
de haber participado en la conspiración para asesinar a Ezequiel Nolasco.
En el 2010, la Segunda Sala Penal de la Corte
Superior condenó por difamación agravada a la periodista Rosa Olivares de la
Cruz porque desde el programa que tenía en el Canal 25 profirió insultos y
acusaciones en agravio de la ex regidora de la alcaldía provincial del Santa
Esmeralda Marcelo Robles. Marcelo era una reconocida crítica del presidente
regional César Álvarez y del alcalde Luis Arroyo.
CLAVES
Durante la investigación del caso “La
Centralita”, los fiscales anticorrupción César Jiménez y Javier Estrada
lograron averiguar que los periodistas que apoyaban la gestión de César Álvarez
recibían del presidente regional la suma de 5 mil soles mensuales a cambio de
su apoyo incondicional.
Entre los que contribuyen con las autoridades en
el esclarecimiento de los pagos a los periodistas se encuentran dos personas
que fueron testigos de los desembolsos en efectivo que recibían los acusados.
La periodista Rosa Olivares tiene notorios signos
de riqueza, por lo que las autoridades indagan si en su caso también implicaría
el presunto delito de lavado de activos.
CASO “LA CENTRALITA” SERÍA DERIVADO A UN
JUZGADO ESPECIALIZADO DE LIMA
El presidente de la Corte Superior de Justicia
del Santa, Samuel Sánchez Melgarejo, calificó ayer de acertada la decisión del
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial de derivar a los juzgados especializados
de Lima los procesos vinculados al Gobierno Regional de Áncash y a sus funcionarios.
El magistrado dijo que uno de los casos que
podrían ser derivados en los próximos días a la Corte Suprema sería el de “La
Centralita”, que investiga varios supuestos delitos en contra del presidente de
Áncash, César Álvarez Aguilar, dos trabajadores de su entorno y cinco
periodistas.
“El caso, a cargo del juez Richard Concepción
Carhuancho, sería derivado a Lima en los próximos días, no porque el magistrado
no tenga la capacidad, todo lo contrario, sino porque es una decisión del
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial con la que estoy de acuerdo”, indicó.
Sánchez Melgarejo aclaró que no se trata de la capacidad de los jueces locales,
sino para que los magistrados en Lima tengan la tranquilidad para investigar
con objetividad esta denuncia.
También se conoció que el titular del Tercer
Juzgado de Investigación Preparatoria, Richard Concepción Carhuancho, viene
ordenando el expediente del caso “La Centralita” para ser remitido a Lima.
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