Malas prácticas de choferes deben sancionarse porque llevan la muerte
sobre ruedas
“La
muerte sobre ruedas”. Con esta frase, ya bastante trillada, pero que la amarga
realidad nos la recuerda día a día, se puede sintetizar la mala práctica de
algunos choferes de unidades de transporte público, que ponen en peligro la
vida de los pasajeros.
Muchos hemos subido a una combi
o a un microbús, donde la “sagrada” consigna del conductor y del cobrador es
hacer el recorrido lo más rápido posible y llevar el máximo de pasajeros, así
vayan como sardinas, y aparte de exigir que paguemos con sencillo, siempre nos
gritarán que avancemos porque “al fondo hay sitio”.
El exceder el número de
pasajeros de pie también es una infracción de tránsito a la que ninguna
autoridad pone coto. Esto se observa más en las “horas punta”, donde el
ciudadano que sube al microbús y va de pie está expuesto a sufrir empellones
debido a la velocidad en las curvas, las frenadas intempestivas y a veces el
robo de algún ladrón.
Si hablamos de las combis, la
situación es peor, pues por ser vehículos más pequeños, los pasajeros que no
tienen la suerte de ir sentados van encorvados, pues el bajo techo de este tipo
de unidades impide ponerse de pie en forma normal.
EN TECHOS DE BUSES
En la sierra la situación también es de alto
riesgo. No pocas veces se puede ver a grupos de personas viajando sobre el
techo de los ómnibus, sin importarles el peligro que ello representa para su
vida. En estos buses no es raro viajar sentado en los pasadizos de la unidad.
“También hay responsabilidad
del gobierno local en regular el transporte interdistrital, y responsabilidad
del gobierno regional en regular a los vehículos interprovinciales”, aseveró el
consejero por la provincia de Sánchez Carrión, Carlos Sandoval de la
Cruz.
Lamentó que en la sierra se
trate a los pasajeros como si fueran bultos ante la ineficacia del sector
Transportes.
Finalmente, si la sanción va
para los conductores, la exhortación va al usuario, que a veces permite estas
malas prácticas y otras hasta defiende a los malos conductores y cobradores.(Wilson Aranda, Diario La República)
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